jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Estás ebrio?


Quien diga que ha rumbeado en Guayaquil y no haya pisado uno de estos negocios en horas de la madrugada, en realidad no sabe lo que es una noche de rumba en la Perla del Pacífico.
Son sitios, muchos de ellos, con décadas de creados, que nacieron en la calle, como pequeños negocios, intentando saciar el hambre de hombres y mujeres después de una larga jornada pasada por tragos.
Uno de ellos es sándwiches “El Chino”, que nació hace tres décadas como carreta en las calles El Oro y Chile. Luego Simón Narváez, su fundador, se trasteó a la esquina de El Oro y Rosa Borja Icaza, sector del Centenario. A lo largo de los años la empresa ha cambiado varias veces de lugar, ubicándose en las ciudadelas Vernaza Norte y Los Almendros. Hoy, es uno de los negocios de comida rápida más reconocidos de la ciudad.
Según María del Carmen Narváez, hija del “Chino”, las hamburguesas, los hotdogs y los cubanos son los productos más vendidos. Una madrugada del sábado, por ejemplo, se pueden vender 200 hamburguesas y 200 hotdogs. De lunes a miércoles, el negocio abre de 08:30 a 02:00 y los jueves hasta las 03:30. Los viernes y sábados, días de más movida, atienden hasta las 05:00. Narváez dice que en la madrugada los que más solicitan sus servicios son jóvenes en grupo, quienes vienen de bares y discotecas. También los taxis.

Un hombre que se inició trabajando en El Chino es Julio Galarza, el hoy propietario de sándwiches El Bigote. Cuando el dinero dejó de ser suficiente para pagar la educación de sus hijos, Galarza abrió su propio negocio. En la actualidad el local ubicado en Víctor Emilio Estrada 204, entre Bálsamos y Cedros, tiene diez años en el mercado. Lo irresistible de El Bigote son sus hamburguesas. A partir de las 03:00, comienza la hora pico, en la que se venden 300 hamburguesas, a un costo de $ 1,10 la sencilla, y $2,50, la completa.
Otro clásico entre los trasnochadores de la ciudad es la Picantería Olguita, que llega este año a su medio siglo de vida. El negocio abrió en 1960 en el antiguo Mercado Sur. Actualmente cuenta con tres locales repartidos por la ciudad. ¿Su menú? El pescado frito.

Rolando Campuzano es el administrador: “Olguita” se mantiene por la cantidad, la calidad y la sazón que dejó su creadora”. “Los precios también son otro factor”, afirma. El arroz con pescado frito tiene un valor de $2,50 y los camarones apanados $4,50.
¿Algo particular? Sus primeros trabajadores fueron homosexuales. “De esta manera, doña Olga pretendía contrarrestar la discriminación de entonces permitiéndoles trabajar y sentirse importantes”, dice Campuzano.
Para los farreros, el rey de las hamburguesas, sin embargo, sigue siendo El Capi. Igual que El Chino, este negocio también arrancó hace diez años en una carreta, frente a la antigua discoteca “Romanos”. En la actualidad, El Capi no solo atiende en Guayaquil. También en Salinas. Los locales ubicados en la zona rosa, (Panamá y Roca), La Piazza de Samborondón y Villa Club, Urdesa, Avenida Francisco de Orellana, y los establecimientos que quedan frente a la Universidad Estatal y en la ciudadela Los Ceibos, reciben un gran número de clientes durante las primeras horas del día.
Eduardo Pino, el administrador del Capi ubicado en Ficus 201 y Víctor Emilio Estrada, afirma que entre las 21:00 y la medianoche el local se llena de familias. A partir de esa hora comienzan a llegar clientes que se dirigen a bares y discotecas cercanos. Hacia las 04:00 lo visitan quienes están de vuelta a casa después de una jornada de diversión. El local está abierto hasta las 05:30 los fines de semana.
Pino afirma que durante esas horas se venden , entre sencillas y completas, alrededor de 500 hamburguesas solo en el local de la Víctor Emilio Estrada. Los viernes y sábados es cuando el establecimiento no da abasto.
No con la misma trayectoria, las hamburguesas Maldwen han empezado a arañar ese apetitoso mercado de las madrugadas en la ciudad. Sus propietarios Mario Arreaga y Wendy Tigua comenzaron vendiendo el producto puerta a puerta. El negocio creció, y montaron una carreta que posteriormente se convirtió en local. De Durán pasaron a la ciudadela La Atarazana, y hoy están ubicados en Sauces 1. Según Wendy, antes de que la gente se vaya de farra, y a su regreso, pasan por el negocio para comer en su mayoría las famosas bandejitas que van desde los $4,20 a los $5,00. Y las hamburguesas, cuyo costo oscila entre los $2,00 (sencilla) y $3,80 (completa).
Durante las horas pico, en Maldwen se venden de 120 a 150 bandejas y hamburguesas. La calidad y la cantidad, según su propietaria, mantienen la fidelidad de los clientes. “A veces nos ha tocado atender 60 personas al tiempo. Somos solo 4 personas atendiendo, pero la gente nos espera”. Recientemente Maldwen abrió en Chipipe, frente a las artesanías.

Otro lugar bastante concurrido es el Shawarma Javivi, ubicado en Urdesa Central, (Guayacanes 205 y Víctor Emilio Estrada). Alrededor del negocio existen diversos bares y discotecas, lo que según el administrador Kléber Mendoza es de gran beneficio para el negocio. De 20:00 a la medianoche, la gente concurre en cantidad, y luego regresan de 02:00 a 04:00. En ese lapso de tiempo, Javivi puede expender entre 80 y 100 jugosos shawarmas. Los kippes también son bastante solicitados. “Hay quienes piden de 30 a 40 kippes para llevar”, comentó Mendoza, quien destaca como plus de su negocio la rapidez en la preparación del producto: en diez minutos arman más de 25 shawarmas.
Y para cerrar una noche pasada de tragos, no se pueden dejar de lado los encebollados que desde hace más de quince años se expenden en La Alborada, entre Sauces 8 y la onceava y doceava etapa.
El pequeño negocio abre sus puertas a partir de las 00:30 hasta las 08:00. Mario Rivera, administrador del local, comenta que se venden aproximadamente entre trescientos a cuatrocientos encebollados durante la madrugada. ¿Otras delicias? La guatita, el caldo de salchicha y la bandera.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Sanduches El Chino






En Guayaquil, en el año 1977, Simón Bolivar Narvaez junto con Carmen Galarza al ver la necesidad que existía en el sector debido al poco consumo de comidas rápidas en el sector, decidieron empezar en el Sur, cerca del Colegio Cristobal Colón, el negocio de venta de Hamburguesas y Sánduches, el cual empezaron en una carretilla ambulante. El impacto fue tan grande y pronto el buen sabor de sus sánduches fue ganando más clientes que llegaban con sus familias a visitar Sánduches El Chino.

Don Simón Narvaez fundó así lo que años más tarde se convertiría en todo un legado y una tradición en las familias guayaquileñas. Hoy en día Sánduches El Chino se ha convertido en una sólida Cadena al contar con 4 locales en Guayaquil. Al Sur, en la Ciudadela Los Almendros y la Matriz, como hace más de 30 años, en El Oro y Chile. Al Norte, con su local de Vernaza Norte atrás de Mall del Sol y en Samborondón en Entre Ríos.

El auge y expansión de Sánduches El Chino los ha llevado incluso a Salinas donde a partir de la temporada 2011 llevará su excelente calidad y sabor a más lugares del Ecuador.

La Guatita

La receta básica de la guatita ecuatoriana incluye el mondongo que ha sido muy lavado y limpiado con limón, esta previamente hierve hasta suavizarse, pero se obtiene buen resultado usando olla de presión, luego se guisa en un refrito de cebollaspimiento y tomates, aliños, etc. al cual se le agregan papas peladas, agua y pasta o mantequilla de maní o cacahuate, finalmente cilantro o hierbita. Lo anterior es la receta básica sin embargo algunas recetas agregan leche, arverjas y alguna otra hierba, también achiote para darle color. Se suele servir con arroz caliente y con aguacates. El plato es típico tanto en la costa y la sierra del Ecuador y es muy calórico.
En Ecuador existe la creencia popular de que la guatita suele disminuir los efectos de la resaca o "chuchaqui". Es por esta razón por la que frecuentemente suele ponerse como oferta en algunos Restaurantes muy temprano durante los sábados o domingos. Existen variantes vegetarianas de este plato donde el mondongo se sustituye por seitán, a pesar de ello no se logran los aromas del plato originario. Algunas variantes emplean pescados de fuerte sabor como puede ser el atún.
La guatita es uno de los platos favoritos del ex presidente de la república Abdalá Bucaram Ortiz, quien durante su mandato hacía referencia a su consumo.

Aquí les dejo también una receta que encontré.


jueves, 9 de diciembre de 2010

El video de "Caldo de Manguera"

Caldo de salchicha, una sabrosa tradición




Una tradición  guayaquileña es el consumo del  caldo de salchicha. En la ciudad hay muchos sitios donde se lo puede degustar.
Humberto Yulán inició el negocio hace 39 años. Después de su muerte, hace 17, la venta del caldo de salchicha no baja ni desaparece.

Su esposa Zoila Toro continúa con la tradición en las mismas calles, Hurtado 218 y José de Antepara. Ella conserva las costumbres que le inculcó su esposo, quien era un experto en el arte culinario y vestía de blanco –como médico– para despachar el tripaje a los clientes.

Se jacta de guardar la sazón para no perder al público y de preparar la masa diferente guardando su secreto.

Doña Zoila abre el local de martes a domingo, desde las 08h00 hasta las 14h00, en que no solo atiende a los clientes, sino que entrega pedidos de empresas y planteles educativos para reuniones especiales.

Otro lugar conocido por los guayaquileños es la picantería Gladycita, ubicada en Capitán Nájera entre la 23 y 24, en el Suburbio Oeste.

La propietaria, Gladys Vanegas de Merchán, inició hace 33 años lo que ahora es una empresa. Atiende solo los domingos, con sus hijos, en un establecimiento improvisado en las afueras de su casa.

Gladys atribuye el éxito de las ventas porque la elaboración es ciento por ciento cerdo y los fines de semana  logra vender hasta 300 platos.

Aduce que conoce los gustos de la gente y aún tiene entre sus comensales a quienes compraban en reales y con el cambio de la moneda actualmente pagan 1,70 dólares por degustar el caldo.

Un lugar concurrido por quienes gustan comer salchicha se llama El descanso de los amigos. Ahí no solo se reposa, sino que se disfruta de una tertulia con el acompañamiento de música y una que otra bebida.

Los hermanos Floresmilo y Luis Guamán se convirtieron en socios hace 25 años y con el transcurrir del tiempo el lugar ha ganado fama. En el sector de Villavicencio y Francisco de Marcos alquilaron un establecimiento, donde personalmente despachan “tripa de chancho con trozos de hígado, lengua, corazón, bazo de res y cuero, para el que quiera servírsela sola y con caldo para los más exigentes”.

Ambos irónicamente no conocen la palabra descanso, porque trabajan de lunes a domingo, de 07h00 a 12h00, y ofrecen el caldo de manguera a 1,50 dólares.

Un restaurante con historia es Mi Romance, ubicado en Baquerizo Moreno 214 entre Juan Montalvo y Loja, uno de los más antiguos de la ciudad que expende ese caldo.

Azucena Salvatierra de Clavijo recuerda que su madre Ana Acosta Sánchez abrió hace 53 años un pequeño establecimiento para vender tripa rellena en reales y sucre. “La perseverancia en el trabajo y la sazón para cocinar han hecho que, a través del tiempo, la clientela se mantenga. Aunque mi madre falleció hace 16 años se mantiene la tradición. Presidentes, alcaldes, médicos y gente conocida viene a este lugar”, dice con orgullo.
En Durán y Pascuales
El caldo de salchicha es un plato que se consume también en Durán y Pascuales.
Hay quienes dicen que en esas localidades se prepara el mejor caldo de manguera, como también se le llama.

En Durán se lo vende frente al malecón y en la parroquia Pascuales en la avenida principal.

Lugares propios:
- Picantería Gladycita
- El descanso de los amigos
- Mi Romance
- Manguera de Guerrero
Si tienes un hueco posi no te olvides de recomendarlo!